“A medida que los asentamientos humanos se extienden por algunos de los últimos vestigios de nuestro mundo natural, los hábitats se reducen y nuestro mundo viviente se vuelve más pequeño, más frágil.

A medida que estas tierras salvajes disminuyen, la vida silvestre está entrando en contacto cada vez más con la gente y con toda la conmoción del mundo moderno.

Para mí, apreciar y conservar la diversidad ecológica se ha convertido en una de las prioridades urgentes de nuestro tiempo. A través de mi trabajo, me concentro en la premisa de que la vida silvestre urbana puede convertirse en un conducto de conexión con el mundo natural que alguna vez fue una parte integral de nuestras vidas, y que esta conexión es vital para nuestro bienestar físico y psicológico.

Nunca entenderemos verdaderamente las implicaciones de todo lo que podemos perder hasta que un día, mirando hacia atrás, nos damos cuenta de que hemos hecho demasiado poco y demasiado tarde.

¿Puedes imaginarte por un momento, el inicio de la primavera, pero sin golondrinas? ¿Una noche de luna, pero sin búhos, sin zorros, gritando a través de la oscuridad?